Saari, jolle voi kävellä, kun vuoksi laskee
Las costas de España están salpicadas de fascinantes islas, cada una con sus propios misterios y encantos. Mientras algunas son accesibles por puentes o barcos, otras dependen de las condiciones naturales del momento para poder ser exploradas y disfrutadas por los turistas. Este es el caso de Txatxarramendi, también conocida como Montenegro, una diminuta isla situada en la desembocadura del río Oka, en la ría de Guernica, que pertenece a la localidad de Pedernales y forma parte de la Reserva Natural de Urdaibai en el País Vasco.
La misteriosa isla de TxatxarramendiLo que hace a Txatxarramendi verdaderamente especial es su proximidad a la costa. Cuando la marea baja, es posible caminar hasta la isla desde la orilla, una experiencia única que atrae a numerosos visitantes. Además de su belleza natural, la isla guarda una interesante historia: a finales del siglo XIX y principios del XX, se convirtió en un importante centro turístico, dejando un legado que aún hoy despierta curiosidad.
Txatxarramendi no es la única joya escondida en la costa vasca. La Reserva de la Biosfera de Urdaibai, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1984, alberga otros tesoros como la isla de Izaro, situada entre Bermeo y Mundaka. Asimismo, la reserva cuenta con impresionantes acantilados, como San Juan de Gaztelugatxe, que ha ganado fama mundial gracias a su aparición en la serie Juego de Tronos.
La costa vasca ofrece un sinfín de opciones para disfrutar de la naturaleza y desconectar. Una de ellas es la playa de Laga, ubicada en Ibarrangelu, cerca de Gernika. Esta playa de medio kilómetro de longitud es perfecta para los amantes del surf, pero también para aquellos que buscan simplemente contemplar el paisaje desde el cabo Ogoño, al que se puede acceder caminando desde el cementerio de Elantxobe. Otra opción es la playa de Algorri, en Zumaia, donde un paseo por los acantilados se convierte en una lección de geología, con estratos nítidos que representan millones de años de historia. El Centro de Interpretación Algorri ofrece información detallada sobre este fascinante lugar.
Por último, la playa de Sopelana, conocida como ”La Salvaje”, es una playa virgen de 750 metros que, a pesar de su cercanía a Bilbao, conserva su esencia natural. Es un lugar perfecto para paseantes, surfistas y parapentistas, que pueden disfrutar de la belleza de los acantilados y las olas. Además, su accesibilidad en metro la convierte en una opción ideal para una escapada de fin de semana. En definitiva, la costa vasca y, en particular, la Reserva Natural de Urdaibai, ofrecen una combinación única de naturaleza, historia y aventura. Desde islas únicas como Txatxarramendi hasta playas salvajes como Sopelana, pasando por impresionantes formaciones geológicas como los acantilados de Algorri, esta región invita a descubrir sus secretos y a disfrutar de su incomparable belleza durante todo el año.